jueves, 29 de abril de 2010

De fuera vendrán y de tu casa te echarán



Curioso el “caso” Najwa, muy curioso. En las últimas semanas se ha levantado un gran revuelo por algo que no debería ser tan alarmante como es la prohibición del “hiyab”. Una prohibición totalmente legítima pues los centros educativos públicos se rigen “a grosso modo” por sus reglamentos internos. ¿Qué hay de malo en cumplir la Ley?

La Comunidad de Madrid y su Presidenta Esperanza Aguirre han actuado de forma ejemplar. Han dado rienda suelta al sentido común en medio de las continuas presiones y delirios de la mayoría de medios de comunicación. Unos medios de comunicación que parecen pretender entrar en la lucha por el Premio Nobel de la hipocresía. La prensa más desviada de la derecha ha encontrado en este “caso” un motivo de lucha a favor de los derechos de la libertad religiosa (muy paradójico). Y contrariedades vemos, ya que la campaña de los periódicos EL PAÍS y Público es de órdago, pero por suerte su “respeto” hacia las tradiciones católicas de España hace tiempo que ya no sorprende a la masa popular.

Dejando de lado la legitimidad de la actuación del centro educativo IES de Pozuelo, quiero dar mi opinión sobre esta extraña situación en la que constantemente se juzga con indulgencia todo aquello relacionado con el Islam.

Me pregunto por qué se piden retiradas de crucifijos en centro educativos por motivos de estricta lectura de la Constitución donde se remarca que nuestro Estado es aconfesional. Me pregunto por qué no interpretamos un poco mejor el artículo 16.3 de nuestra “Ley de leyes”. ¿Qué hay de esa especial mención a la Iglesia católica? ¿Podemos igualar el trato e importancia de la Iglesia de Roma con las demás? Dejándome llevar por mi “seny” la verdad es que me cuesta pensar que deba existir un trato igualitario en este caso.

NO podemos pretender eliminar aquello que forma parte de España, de su identidad nacional, de su historia y en consecuencia de su tradición. El arraigo de la tradición católica (guste o no) tiene un peso importante en nuestro país, pues aunque se crea o no en dicha doctrina, la aportación sociocultural es incalculable.

¡PERO! Hay algo que hace de ancla en ese objetivo de conservar la tradición nacional. Un motivo ya citado en mi anterior texto, un motivo que actúa cual caudillo intransigente. Éste es el MIEDO. El temor de los socialistas a actuar contra lo que viene siendo, desde la caída de Roma, un dolor de muelas para la libertad del ser humano: El Islam radical.

Muchos no se atreven a parar al Islam y toda su retahíla de tradiciones discriminatorias y nocivas que lleva consigo. Una religión que en su “Libro Sagrado” da nociones básicas sobre cómo maltratar a la mujer en caso de desobediencia, de imponer una relación amo-esclava entre cónyuges, de conquista de territorios con espadas en mano bajo el manto de la religión todavía en el siglo XXI…

Sinceramente abogo por la acción contra aquellos que pretenden eliminar nuestra identidad como nación y además instaurar un radicalismo religioso donde el miedo es quien rige todo. Defiendo las políticas que ensalcen el valor de aquello que representa España y el conjunto de sus tradiciones. Se debe actuar en contra de aquellos que intentan una sustitución pacífica de aquello que entendemos como país. Creo que es posible redireccionar la situación permisiva que estamos viviendo con el mundo islámico más radical, y en caso de que no sea así…2012 no está tan lejos.

6 comentarios:

  1. només un apunt, es diu "hiyab", no "yihab"....
    i si, realment és un tema polèmic....

    Et seguiré llegint (avui no tinc temps de fer-ho, però ho faré quan pugui) no sabia que tenies blog.

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  2. Adrià! Gracias por el apunte jejeej ya está cambiado ;)

    La verdad es que no sé por qué lo pusé al revés. Porque como que la palabrita la he visto bastante en los últimos días.

    Me alegra saber que tengas intención de ir siguiendo las actualizaciones de Absit.

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  3. ¡Felicidades por tu actualización de Absit! El tema escogido para reflexionar es ciertamente candente, y propenso a que el apasionamiento no nos ciegue la razón...

    Te lanzo algunas reflexiones después de su lectura.
    Debo decirte que discrepo completamente del contenido del primer párrafo. Dos razones, a ver que te parecen. No creo que sea legítima, como afirmas, esa prohibición, por muy incluída que esté en un reglamento interno de ese IES. Ese reglamento contradice la ley (véase Constitución y libertad religiosa, véase sentencia 9.XI.2002 TSJ Baleares sobre uso de la kipá en público), perdiendo legitimidad. Dos, la Constitución establece el derecho de poder manifestar el propio credo religioso, luego es erróneo que los símbolos religiosos (una Kippá, un hijab, o un cricifijo) pertenezcan sólo al ámbito privado. pertenezcan sólo al ámbito privado. Aceptar la prohibición del hijab en público es un paso previo a prohibir que los sacerdotes vistan sus sotanas por la calle o los religiosos sus hábitos. Según el hilo argumental de tu artículo de deduciría que te parecería correcto esos símbolos católicos porque estan de acorde con las "tradiciones" españolas. Pero creo que el principal motivo para defenderlo no debe ser éste, sino el de la libertad religiosa de la persona, que es un derecho fundamental.
    En cambio, estoy muy de acuerdo con la hipocresía y las contrariedades que sobre el tema han realizado El País y otros perioduchos de la misma ideología: mucho respeto al hijab y ninguno a las tradiciones católicas, ¡que desvergonzados!
    El resto del artículo lo suscribo plenamente, y me alegra que digas abiertamente una de las raíces de los problemas de nuestra socedad: ese "miedo" ante algunas exigencias de algunos del mundo islámico.
    Resumiendo, excepto el primer párrafo de tu post, con el resto me parece que pensamos bastante igual (discrepando la referencia de "nacional" a España, je je je!).
    ¡¡¡Te animo a seguir colgando más reflexiones!!!
    ;-D

    D.

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  4. Estoy de acuerdo con el mensaje tal como lo he entendido, pero no del enfoque que le has dado.

    El enfoque único que has dado, es decir desde el punto de vista "católico" basándote en las "tradiciones" de la "nación", creo que es erróneo. Nuestras tradiciones han bebido y beben de más culturas que la católica, es un proceso acumulativo, en el que generación tras generación se ha ido enriqueciendo nuestra cultura, y basar los argumentos en una "tradición católica" hace entrar con mal pie.

    El problema es, tal como se dice arriba, que se permitan ciertos símbolos o manifestaciones religiosas y otras no. Parece lógico que debe existir igualdad para todos, y por tanto la represión de una serie de estas manifestaciones pero no de otras es contradictoria. Hablando claro, si no se ponen crucifijos en un instituto, no se lleva velo en el instituto, pero claro, si se no se puede llevar el velo en lugares públicos, ¿por qué iba a poder llevar un monje budista su hábito o un sacerdote sotana? Lo que propones es prohibir una manifestación pero permitir otra, basándote en la "tradición", lo que desvirtua completamente la argumentación del hecho expuesto.

    Por otra parte, totalmente de acuerdo con el trato que ha recibido el tema. Suscribo totalmente el comentario anterior.

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  5. Después de hablar con David y leer los dos comentarios he sacado unas pequeñas conclusiones.

    La primera es que cada persona ve este conflicto dependiendo de sus creencias e ideologías. Lo demuestran los “posts”. A uno le parece mal el enfoque católico (obvio) a otro el enfoque nacional (evidente) jajajaja es normal. En eso comprendo los matices que cada persona le pueda dar a la polémica y a las soluciones pertinentes.

    Ahora bien, ya no comprendo lo de la legitimidad (como te lo he hecho saber David), tampoco las dudas entre la relación del catolicismo con España (como única tradición superviviente en España) etc etc

    Yo el velo del Islam no lo prohibiría por considerarlo en contraposición a la tradición y cultura española. Lo haría porque ¿cómo podemos saber si una persona lleva ese velo voluntariamente o de forma obligada? ¿Quién nos asegura que esa persona lo lleva por convicciones religiosas y no por imposiciones culturales del marido de turno? (Sobre este tema la intervención de hace unos años de Durán i Lleida en el programa de TVE “Tengo una pregunta para Usted” fue formidable)

    La sotana del sacerdote es obviamente voluntaria, un estilo de vida y entrega a Dios aceptada por el individuo (En la mayoría de los casos, ya que en mi opinión el Medievo ya pasó en ese aspecto…). Pero puedo afirmar con total rotundidad que esa libertad de elección no se les ha dado a las mujeres musulmanas.

    Eso a modo “light”, luego ya entraríamos en otros derroteros más ideológicos en los que creo y me reafirmo cada vez que salgo de casa. Ese tipo de creencias que sostienen que hay que conservar nuestra identidad nacional basada en la tradición católica (lo reitero porque es de locos pensar que no es así) y más en los últimos tiempos de invasión pacífica de otras culturas que tiene como misión instaurarse en nuestro territorio.

    Discreparé en muchas cosas con Durán i Lleida…pero ese tema lo defendió admirablemente: “En el momento que están en mi país, ustedes deben adaptarse a mí cultura. De la misma forma que nuestras mujeres se adaptan a la suya en el suyo”.

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  6. Por alusiones... je je...
    remarcar que la discrepancia mía respecto a la prohibición de la hiyab de mi comentario del 30.IV la he fundamentado en el derecho que rige actualmente en el Estado español: la libertad religiosa y los derechos fundamentales de la persona. Eso es así, nos guste o no. No lo he basado en creencias religiosas.

    Por otro lado, el presuponer que alguien lleva la hiyab por obligación podría ser posible, pero es una hipótesis o suposición. Y la ley no se salta por algo como "pero suponemos que le obligan a llevarlo". He conocido creyentes del islam que son sinceramente piadosos con sus tradiciones.

    Decirte también (con todo el aprecio del mundo que nos tenemos Ignacio, je je...) que hay un error de bulto, a mi entender, con el uso que haces del concepto "legitimidad". No por estar algo referente a las personas legislado/aprobado por el legislador competente (por ejemplo una normativa escolar por los órganos del colegio)es ya legítima: debe respetar los derechos fundamentales recogidos en la Carta Magna. Así, una universidad puede establecer que no se lleven pantalones cortos en su campus o que en el Cercle del Liceo los hombres lleven corbata si o si(es algo opinable, que quizá puede no gustar pero no contraría ningún derecho recogido en la Constitución como fundamental). En cambio la normativa del centro escolar madrileño sí que contraría un derecho fundamental que la Constitución defiende, y precisamente por eso ya no es un reglamento legítimo.

    En los momentos históricos en que estamos donde de repente "muchos" defienden la Constitución como algo quasi sagrado, no deja de sorprenderme el doble rasero de esos "muchos": que para algunas cosas (véase estatutos autonómicos, por ejemplo) la Constitución es algo intocable; y que para otras cosas (véase libertad religiosa como ahora nos ocupa; o el estado de las autonomías, es decir, el estado troceado que la Constitución establece) no haya reparos en defender posturas cuando menos poco constitucionales... como las del post Fides est Patria... aagghhh!! no he podido aguantarmeeee!! ya he adelantado un comentario que tengo pendiente... je je!! lo sientooooooo.

    Ignacio, me alegra cantidad tener la oportunidad de debatir estas cosas contigo en Absit!!!

    Por último, yo también discrepo en algunas cosas de Duran i Lleida aunque sea un hombre muy recto, que precisamente por eso tiene ciertos problemas.

    D

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